3/23/2011

El tranvía y The Amorous Ambassador en Zuera.



Después de una noche sin apenas dormir, me levanté ayer martes para enfrentarme a un día diferente...un martes diferente.
Para empezar, y sin que sirva de precedente, no me comí la napolitana de chocolate que cada martes me tomo para desayunar (bueno, cada martes es una distinta) y en su lugar, me fui con mi amiga Loli a montarnos en el tranvía y oye, nos encantó. Que digo yo que dentro de un año quizá estemos hartas de ir en tranvía, pero que ayer lo pasamos genial.
A Loli mediante sorteo le habían dado la oportunidad de hacer el recorrido del tranvía acompañada de otra persona y me invitó a ir con ella. Al principio cuando me lo dijo, dudé un poco porque sabía que ayer martes iba a estar nerviosa, porque a las 7 de la tarde, estrenábamos una obra de teatro en Zuera y teníamos que salir para allí después de comer para montar el escenario y pensé que iba a ir muy agobiada si dedicaba la mañana a viajar en el tranvía.
Como no me gusta perderme ninguna experiencia (si es buena, claro) y como con Loli, por su carácter, solo se pueden tener buenas experiencias, contesté que si.
Viajamos con algunos oyentes y algunos presentadores de Radio Zaragoza. El día estaba gris e incluso llovió un poco pero cuando estás en un ambiente agradable, eso es lo que menos importa.
La comida fué rápida porque el tiempo no corre...vuela y se acercaba la hora de salir.
Antonio, mi amante (en la obra) me vino a recoger a mi y a dos compis más -Camino y Sergio. Los demás acudieron por su cuenta.
Nada más llegar bajamos al almacén que hay debajo del escenario y recogimos todo lo necesario para ambientar la obra. La verdad es que el mobiliario deja bastante que desear. Con decir que la obra se desarrollaba en la embajada de EEUU en inglaterra y todos los muebles que encontramos eran de estilo castellano a saber...sofá rojo de escay con cojines estampados de terciopelo, taquillón de madera oscura y para rematar, una cama plegable, más conocida como cama turca, de 80 cm de anchura en la que nos tuvimos que meter Antonio y yo ¿¿¿...??? No me pregunteis cómo lo hicimos. Eso si, la bandera americana no faltó en la pared.
Empezamos puntuales y se fué desarrollando sin problemas y así fué hasta el final. Hubo pequeñas y divertidas anécdotas que quedarán para nosotros. Lo importante es que salió perfecta, sin fallos y eso anima mucho para preparar la próxima.
Para mis compañer@s mi abrazo más cálido. Sin la ayuda de todos, el éxito no hubiera sido posible.

Aquí y aquí os pongo unas pocas fotos de lo que sucedió el martes.

3/16/2011

Mis días favoritos.

¡Vaya humedad que tuvimos ayer! Todo el día lloviendo sin parar, si hasta ví un par de caracoles paseando por el pasillo como Pedro por su casa...
Aunque los días de lluvia me entristecen, no estaba dispuesta a que me lo amargara y menos siendo martes, porque los martes junto con los jueves y también los viernes por distintos motivos, son mis días favoritos.
El tema empieza ya muy de mañana cuando quedo en el centro con dos amigas para desayunar, pero que conste que son desayunos de trabajo. Como profesoras de inglés que somos, el desayuno implica que hablemos solamente en ese idioma.
Me gusta estar con ellas y si a esto le añadimos que el desayuno incluye una deliciosa napolitana de chocolate, el encuentro se pone de matrícula de honor.
A las 6 de la tarde vuelvo a tener otro de esos momentos agradables de los martes y que por cierto, también está relacionado con el idioma inglés, porque a esa hora me reuno en la EOI para ensayar con Antonio, un amigo y compañero de teatro con el que me lo paso genial y entonces ensayamos la obra.
Pero ayer nuestro encuentro comenzó de manera diferente y muy divertida...sobretodo para mí.
Resulta que cuando yo llegué, él, como casi siempre ya estaba allí (es que él es muy puntual).
Estaba sentado en un banco del hall de la escuela apoyado en el radiador. Fuí a pedir la llave de la sala y cuando Antonio se levantó para ir allí, se dió cuenta de que no tenía el script (guión para los de la LOGSE). Después de buscarlo infructuosamente, llegamos a la conclusión (listos que somos) de que la única posibilidad era que se hubiera caído por detrás del radiador y de verdad que era lo último que hubiéramos deseado, porque era prácticamente imposible sacarlo de allí.
Apartamos el banco e intentamos meter el paragüas por arriba- imposible- metimos la mano por abajo...sin resultado alguno.
En ese momento me entró la risa, sí ya sé que la cosa no pintaba bién, pero ¿qué iba a hacer? ¿llorar?.
Ahí estaba Antonio mirándome asombrado por el "ataque" de risa que me había entrado y yo allí sentada en el banco y tapándome la cara intentando que se me pasara.
Viendo que la solución del problema era complicada, me acerqué a conserjería para que nos hicieran otra copia del guión y conteniendo la risa les comenté lo que nos había pasado.
Era muy gracioso ver a Antonio frente al radiador, agachado e intentando- sin éxito- sacarlo de ahí. Junto a él una de las conserjes que nos vino a echar una mano, estaba metiendo un palo por arriba. A los dos minutos desistió, pero no se amilanó. Se metió en conserjería y volvió a salir con un alambre algo grueso, el cual metió entre las piezas del radiador. Cuando conseguía agarrar el script intentaba subirlo, pero en varias ocasiones se volvió a caer antes de llegar arriba. Ella, agachada metiendo el alambre subiéndolo y bajándolo y Antonio y yo de pié, esperando que asomara por arriba una puntita del guión para agarrarlo con todas nuestras fuerzas. En esa posición teníamos cierto riesgo, ya que los movimientos que la conserje hacía con el alambre, ponía en riesgo nuestros ojos.
La conserje se lo tomó como algo personal y oye, que al final lo consiguieron sacar. En un momento dado, vimos aparecer una esquina del guión por detrás del radiador y grité: "¡Antonio por Dios, no lo sueltes!.
El esfuerzo mereció la pena y la alegría de los tres fué inmensa, parecía que hubiéramos ganado un torneo de guiñote.
De todas formas y aunque otra conserje ya nos había hecho otra copia, sacar el de Antonio era una cuestión de orgullo propio. No podíamos consentir que el guión se riera de nosotros...eso no estaba en el guión.
Después fuimos a ensayar y por supuesto salió muy bién, siempre nos ha salido muy bién porque hay complicidad entre los dos.
Al finalizar nos despedimos y me fuí a reunir con mis amigas del club del martes. Lo primero que hice al llegar fué contarles lo que me había pasado con el guión, más que nada porque me vieron llegar tan contenta que tuve que contarlo y la risa apareció de nuevo.
Pasadas las nueve de la noche todas nos fuimos a casa y seguía lloviendo, pero ya me daba igual porque durante el día y a pesar de la lluvia, me había reído un montón.
Gracias a tod@s los que lo hicisteis posible.

3/06/2011

Jueves lardero y carnavalero.

Sabido es que los jueves es el día de la semana en el que disfruto un montón en mis clases de Latinos. Me beneficia física y sicológicamente y por supuesto, espero poder seguir acudiendo a ellas. Pero este jueves era diferente. Era jueves lardero y también carnavalero y se quedó en acudir a clase disfrazados y que al finalizar nos comeríamos el típico bocadillo de longaniza. Y cumplimos...
Mi amiga Loli y yo decidimos disfrazarnos de chicas de los 60's y la elección no fué baladí. Es que antes de acudir a clase, grabamos en vídeo una canción de esa década. Concretamente la canción elegida fué "Tengo el corazón contento" de Marisol.
Era nuestro segundo vídeo. Lo que empezó como una broma entre Loli y yo, se ha convertido en algo que nos divierte mucho. No pretendemos nada solo divertirnos y vaya si lo conseguimos. Quisimos vestirnos acorde con la canción de Marisol y Loli tenía de todo. Ella me proporcionó los pantalones, las gafas y las flores para el pelo y vestida así me fuí a su casa -por suerte su casa está junto a la mia, porque ir por la calle vestida de sesentera con flores en el pelo un día de invierno de 2011 no es para que quede constancia de ello.
Pasé a su casa y grabamos el vídeo (incluyendo un pequeño fallo al comenzar la última estrofa) y ya vestidas como estábamos de sesenteras, decidimos que ese sería nuestro disfraz para ir a Latinos.
Como Latinos está más lejos que la casa de Loli, me remangué los pantalones para que no se me vieran por debajo del abrigo (tímida que es una) pero en la puerta, antes de entrar me los volví a poner bien, nos pusimos la gafas de aquella época y entramos a las clases. Allí vimos caperucitas rojas, una india piel roja, varios vaqueros y una vaquera, un bailarín de la danza del vientre y otra chica disfrazada de no sé qué, alguién dijo que iba de ángel negro, pero que fuese de lo que fuese, era un disfraz muy trabajado, aunque el único problema que tenía era que llevaba unas alas negras que resultaban un tanto incómodas para bailar salsa, pero que sin pensárselo dos veces, se las quitó antes de empezar a bailar y después de la sesión fotográfica.
Al finalizar el baile y como después del ejercicio se nos había abierto el apetito, nos lanzamos al bocadillo de longaniza olvidandonos por un momento de las calorías que nos íbamos a meter y mira si nos importaba que incluso de postre nos comimos unos croasants bañados en chocolate. Mmmmm...mi chocolate.
Nos encantan las celebraciones. En esta ocasión la excusa ha sido el carnaval pero eso es lo de menos. Ya hay quién está proponiendo celebrar la fiesta de los pijamas y conociéndola, no parará hasta que lo consiga...y si no, al tiempo.
Aquí más fotos.

3/01/2011

Otro sábado.


Ayer sábado me fuí al cine. Una amiga me pidió que la acompañase y acepté. Hacía mucho tiempo que no iba al cine un sábado por la noche y a veces me gusta salirme de la rutina, si si, a veces me lanzo a la aventura...¡¡¡halaaa, que sea lo que Dios quiera!!!.
La peli empezaba a las 22.20, así es que teníamos tiempo para cenar y había que decidir a dónde ir.
Como no somos de cenar mucho, dudábamos entre un sandwhich (bocata, para los de la Logse) o un chocolate con churros...¿He dicho que dudábamos?, pues no, la verdad es que lo teníamos bastante claro, un chocolate con churros en el Centro Independencia era la mejor cena que podíamos tener. Ya sé que no es muy fino ni muy romántico cenar eso, ni aunque lo adornásemos con velas aromáticas, pero después de todo ni ella ni yo estábamos con nuestras parejas así es que, el romanticismo no tenía mucho sentido entre nosotras.
Durante una hora estuvimos hablando, por eso cuando salimos de allí, el chocolate y sobretodo los churros, ya nos había hecho la digestión y menos mal, porque en la película que vimos a continuación titulada RED, los disparos, las carreras de coches, las explosiones, la música, en definitiva la acción era tal y a tal volumen, que si llegamos a entrar recién terminada la cena, seguramente lo siguiente que hubiera visitado hubiera sido los servicios.
La peli no está mal, los actores son buenos y los diálogos son simpáticos, con cierta ironía diría yo, pero la historia es muy poco creíble.
Es un film totalmente made in USA, pero como ya había visto antes el trailer de la película, no me esperaba otra cosa.
Cerca de las 00.30 salimos a la calle y telefoneé a mi pareja porque sabía que no estaría en casa. Estaba en un agradable bar con nombre africano en la calle El Turco donde unos amigos ponían música, así es que para allí nos fuimos mi amiga y yo y allí estuvimos hasta casi las 2.30 de la madrugada.
A esa hora cogimos un taxi y en el camino de vuelta a casa, el sueño empezó a dar señales, aún así al llegar al hogar aún puse las fotos en el ordenador y quise empezar a escribir en el blog, pero el sueño pudo conmigo y no pude llevar a cabo mi frase de cabecera "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy".

Os dejo unas fotos que hice en el bar.