10/30/2010

Concierto Túa Blesa.


Viernes noche y yo en el albergue y no porque no tuviera casa para dormir, no. Se trata del albergue juvenil y tampoco estaba allí por ser "juvenil", dejé de serlo hace muy poco.
Simplemente acudí a escuchar a un grupo de música cuyo cantante es el profesor de literatura Tua Blesa. El grupo se llama "Tua Blesa y los Graduados".
Aunque conocía al cantante por haber participado en un proyecto artístico de mi pareja, esa era la primera vez que le iba a escuchar cantar.
Ni siquiera sabía dónde estaba el albergue, pero tampoco me fué difícil encontrarlo ya que esa zona la conozco muy bién.
El edificio es una casita de ladrillo de la época de los árabes y al entrar en el hall ya me sentí muy bién. El ambiente que se ha conseguido es muy agradable. A la izquierda está el mostrador dónde te atienden y responden a todas tus preguntas. Hay rincones muy acogedores con unos sofás y unas mesitas con folletos informativos. En otro rincón había unos ordenadores y una pareja de jóvenes que hablaban en inglés estaban usándolos.
Me acerqué al joven que estaba detrás del mostrador para preguntarle dónde iba a tener lugar el concierto y me indicó que bajara por unas escaleras estrechas y de piedra que bajaban y bajaban hasta llegar a una especie de catacumba.
En una sala muy grande con techo abovedado había un pequeño escenario y allí cuando llegué estaba cantando un grupo, pero el cantante no era Tua.
Después de interpretar varias canciones que no estaban mal, hubo un descanso y tras él salió el terremoto Tua, sesenta y pico años, profesor de literatura, vestido de punkie y con el pelo pintado de un verde rabioso y entonces empezó el espectáculo. Durante toda su actuación no paró de bailar y dar marcha.
El público muy entregado bailó con él.
Me dí cuenta de que el grupo que tocaba era el mismo que había estado tocando anteriormente, solo había cambiado el cantante.
Durante su actuación se proyectaron unos preciosos vídeos preparados por Luis y Tomás.
Me gustó el espectáculo, el ambiente que se creó y el local. ¿La música? No es mi música preferida pero como tampoco fueron muchas canciones, el balance fué positivo.

Aquí encontrareis otras fotos.

10/17/2010

Nueva salida de las chicas del club.

El pasado jueves, Loli, Elena y yo ( miembras del club del martes) salimos al centro. Este escrito es por Elena, que cuando íbamos en el autobús me "reprochó" que no hubiera escrito nada en el blog desde el pasado 19 de septiembre, cuando falleció Labordeta.
El pasado martes como coincidió con el día del Pilar el club se cerró y decidimos salir y vivir juntas un ratito de las Fiestas. En realidad, lo que queríamos era comernos un helado. Lo teníamos pendiente desde el verano y no era cuestión de retrasarlo más, porque el frío y el cierzo están llegando a pasos agigantados.
He sugerido ir a una heladería/chocolatería que han abierto hace poco en la Plaza del Pilar ya que como estaba acatarrada y me dolía la garganta, quería un chocolate caliente en vez de un helado.
Cuando hemos llegado estaban todas las mesas ocupadas y nos hemos tenido que sentar en el exterior donde había algunas vacías peeero, Loli ha dicho que nos sentáramos en una en la que todavía quedaban los vasos vacíos de los anteriores ocupantes. Enseguida ha salido el camarero y nos miraba dudando de si esos vasos vacíos sobre la mesa eran nuestros o si acabábamos de llegar. Para salir de dudas se acerca y nos pregunta si éramos nuevas, ja,ja,ja. Y yo voy y le respondo: "¡Hombre, muy nuevas no somos! que ya tenemos unos años y las tres nos hemos reído aunque a él no le hemos contagiado nuestra risa. (primer tropiezo)
Ha sacado una pequeña libreta electrónica y nos ha preguntado qué queríamos. Loli ha pedido un chocolate con un cruasant porque no había churros (segundo tropiezo) y yo un chocolate solo. Mas o menos todo bién hasta que a Elena le ha dado por pedir ¡¡un chocolate con una bola de helado!!
El camarero la mira y la conversación ha sido más o menos así:
_ No se puede.
_¿Por qué no?
_Porque no existe como producto y no lo puedo anotar en la libreta electrónica.
_ A ver si vamos a tener que echar de menos a esos camareros que llevaban una libreta de hojas
de papel y un lapicero- he dicho yo.
_Quizá usted haya querido pedir un blanco y negro. (Un café con bola de helado)
_No, yo he pedido un chocolate con una bola de helado- ha respondido mi amiga.
_Pues no hay.
_Vale, vale. Pues un chocolate solo.
Y se va...
Nosotras nos quedamos extrañadas de lo "corto" que había sido el camarero, ya que si no existía como producto único, podía haberle traído un chocolate por un lado y una bola de helado por otro y una vez en la mesa, haberlo mezclado y cobrar dos productos ...pero no.
Divagando sobre esto estábamos, cuando vuelve a salir el "amable" camarero y nos dice que lo sentía pero que ya no quedaba chocolate y que si queríamos otra cosa...¡¡Já!! (tercer tropiezo).
Anonadadas y sin responder nos hemos levantado y nos hemos ido en busca de otra chocolatería con el mismo ímpetu que Indiana Jones va en busca del Santo Grial y como somos de Zaragoza y creo que nos la conocemos bastante bién, fuimos directamente a churrería "La Fama" en la calle Prudencio.
Al entrar en dicha calle... ¡¡Oooh!! vimos una larga cola...digooo, fila de gente en la puerta del establecimiento, pero no nos vinimos abajo porque comprobamos que dicha fila era para comprar el chocolate o los churros y llevarselos, "to take away" como dirían los ingleses.
Entramos y con dificultad por la gente que había, llegamos a la barra y allí...disfrutamos no solo con el chocolate sino que, ¡¡qué demonios!! hasta nos pedimos unas porras. Bueno, yo solo he comido un trocito que estaba suelto en el plato.
Como no nos hemos podido sentar, fué, terminarlo y salir para dejar sitio a otros (que conste que ya habíamos pagado ¡eh! )
Para bajar todo lo que nos habíamos metido entre pecho y espalda, caminamos y caminamos hasta la parada del autobús disfrutando de todo el espectáculo que las calles de Zaragoza ofrece durante sus fiestas.
La salida al centro deberíamos haberla hecho todas las chicas del club del martes pero solo hemos podido hacerla tres de nosotras así es que, como el invierno es muy largo, la cita del chocolate se volverá a repetir en cualquier momento.