4/27/2008

Madrid.

El pasado sábado nos fuimos a pasar el día a Madrid. Teníamos tres objetivos. Montar en el AVE, ver un par de exposiciones y pasar la tarde haciendo compras.
Conseguir el primer objetivo nos costó un poco. El servicio Madrid, Barcelona funciona desde hace poco tiempo y desde Zaragoza es dificil encontrar billetes. Tuvimos que comprarlos con dos
semanas de antelación.
El segundo objetivo, el de ver exposiciones, se consiguió, con dificultad, pero lo conseguimos. Madrid nos recibió con una cortina de agua. Por suerte, el Museo de Arte Reina Sofía se encuentra muy cerca de la estación, pero como teníamos que compartir dos paragüas para tres personas, el camino se nos hizo un poco largo.
Ahora he comprendido porqué una gran parte de España se quejaba por la falta de lluvias. Estaba sobre Madrid en forma de nube esperándonos para darnos la bienvenida y lo malo fué que no estaba sola, le acompañaba su amigo el viento, conocido en Zaragoza con el nombre de Cierzo.
Desayunar en Madrid no era uno de nuestros objetivos pero era un aliciente. Son famosas las porras y los churros y habíamos viajado en ayunas para disfrutar de ellos. Nos metimos en uno de los muchos bares que encontramos por el camino aunque ninguno de ellos tenía pinta de servir buén material y por desgracia, teníamos razón. El café con leche, normal,normal; el chocolate......demasiado líquido y con poco sabor y los churros, poco hechos, blancos, delgados, blandos, en fín, una porquería. Puede que estuvieran bién para alguien que viniera de otro pais pero no para mí que soy "especialista" en chocolates y churros.
Al terminar nos dirigimos al Reina Sofía a ver una gran exposición de Picasso. Era grande no solo por el gran número de obras de arte que había, sino por su calidad. Las obras formaban parte de la colección del Museo Nacional Picasso de Paris. Ver esta exposición era uno de los objetivos de este viaje y mereció la pena. Pasamos dos horas allí y la verdad es que pasaron sin darnos cuenta.
De allí, nos fuimos a ver otra exposición, y seguía lloviendo. Esta vez al edificio que Caixa Forum ha abierto, por suerte, muy cerca del Reina Sofía. Allí se exponian las colecciones de la Galería de los Uffizi, de Botticelli a Luca Giordano. No me ha gustado. Eran tapices y cuadros religiosos y es que, lo siento pero es que este tipo de imágenes (religiosas) me producen cierto "sarpullido", no me dan buenas vibraciones. Por este motivo y porque ya era la una y media y teníamos hambre, el recorrido ha sido breve.
Buscamos un restaurante que nos habían recomendado y en el que ciertamente hemos comido muy bién. El café lo hemos tomado en un establecimiento de una cadena americana llamada Starbucks. La primera vez que entramos a un Starbucks fué en New York !genial! En el de Madrid pedí lo mismo, con la esperanza de volver a vivir las mismas sensaciones que sentí allí, pero no !que va! New York, siempre será New York.
Nos ha costado decidirnos a salir del establecimiento y no ha sido porque nos sintiéramos especialmente confortables allí dentro (que también) pero es que en el exterior llovía tanto que en vez de coches parecía que de un momento a otro íba a aparecer el Arca de Noé. El poco humor que me quedaba se iba convirtiendo en una mala leche.......Veía que el tiempo pasaba y no iba a poder cumplir el tercer objetivo que era "ir de tiendas" por la calle Fuencarral y adyacentes pero claro, a ver quién era el guapo que iba de tiendas por unas calles cuyos charcos te podían cubrir hasta los tobillos.
La lluvia bajó de intensidad y lo aprovechamos para salir a cumplir el tercer deseo. ! Já!. En cuanto doblamos la esquina, de nuevo volvimos a tener agua por arriba y agua por abajo. Hicimos dos equipos para ir de compras. El primer equipo formado por Luis y Pablo y con un paragüas para los dos se fueron en busca de comics y yo me dirigí "en busca de la falda perdida".
Recorrí la calle Fuencarral de arriba a abajo y de abajo a arriba cual prostituta buscando cliente y nada, harta de entrar y salir de las tiendas con un paragüas completamente mojado, telefoneé al otro equipo para reunirnos y salir de allí. Ellos sí habían conseguido su objetivo. Llevaban una bolsa con comics y revistas y allí estaba yo, sola, con un paragüas vuelto por la acción del aire, botas mojadas por los charcos y los coches salpicándome (no solo a mí) al pasar.
Tomé la decisión de volver a Zgza. pero claro, quedaban dos horas para que saliera el tren así es que para dar tiempo y como no apetecía pasear, nos tomamos un café en VIP´s. A las siete, cogimos el metro y de allí a la estación de Atocha. Leyendo el periódico, los comics y las revistas, pasamos hora y media a la espera de que el AVE nos trajera de nuevo a casa. Otra hora y media de viaje con película incluida, cuyo final te quedas sin ver si tu destino es Zgza. Yo estuve a punto de continuar hasta Barcelona para no quedarme sin saber quién era el asesino. No lo hice porque todo el mundo sabe que el asesino siempre es el mayordomo.
Una vez en casa, después de cambiarnos la ropa mojada por otra más cómoda y tumbada en el sofá me vino a la mente esa famosa frase que la gente de Madrid dice orgullosa de su ciudad : " De Madrid al cielo" Ja,ja,ja.

4/16/2008

Mi prima.

Tengo una prima (!hola Pili!). No es que sea "una prima". Es que es.....mi prima y la tengo lejos, nada menos que en Oklahoma. Hace más de 20 años y en vista de que ningún zaragozano le hacía "tilín", puso sus ojos (y su corazón) en un chico americano y desde entonces, comparten su vida. Tienen dos hijos y después de tres años sín vernos, nos volveremos a reunir a primeros de junio. Viene mi prima y uno de sus hijos.
La última vez que estuvieron aquí, nos despedimos desayunando un delicioso chocolate con churros (los que me leís, ya sabeis lo que siento por el chocolate) y quedamos en volver a desayunar otro chocolate en 2008 aprovechando la Expo y ese día, pronto llegará.
Cuando éramos pequeñas y junto con mi hermana, compartimos juegos. En esos juegos, "El Cordobés" era nuestro hermano; otras veces éramos las hermanas pequeñas de la serie "Bonanza". Fuimos hermanas de los protagonistas de todas las series de tv. Cualquier familia nos parecía más divertida y emocionante que la nuestra. Cuando crecimos, aceptamos la que teníamos (qué remedio).
Con el paso del tiempo, me casé y me fuí a vivir a Barcelona (esa es otra historia) y ella, se fué un poco más lejos.
Mantuvimos el contacto a través del correo clásico, ya sabeis, del que va dentro de un sobre al que se le pegaba un sello, bueno el caso es que las noticias tardaban unos 15 días en llegar y después, a esperar otros 15 días para recibir la respuesta.
De todas formas, esa espera también tenía su encanto. Eran días y días buscando en el buzón la llegada de noticias desde el otro lado del Atlántico. Dentro del sobre, siempre encontraba un trocito de su vida en forma de escritura .
Ahora es distinto. La tecnología lo ha cambiado todo y con Internet no hay distancia entre dos personas.También es verdad que ahora tengo menos tiempo que hace unos años, pero siempre tengo un hueco para "hablar" con ella.
Ella está al corriente de todo lo que ocurre por aquí. Hago de cicerone enviándole fotos de la ciudad. También sabe todo lo que acontece a mi alrededor y al de nuestra familia. Yo me encargo de ello. Le cuento cualquier cosa que hago y sé que a ella le gusta (me lo dice) leer mis e-mails. Mantener contacto con ella me da la sensación de que no está tán lejos y ahora estoy contenta porque el 2 de junio viene a pasar con nosotros casi un mes. Eso me hace sentir feliz y a la vez un poco triste. Así soy yo. Feliz porque nos veremos de nuevo y triste porque cuando se vuelva a ir, sé que tendrán que volver a pasar otros cuatro años hasta que vuelva de nuevo.
Tengo que vivir el momento sin pensar en lo que pueda ocurrir después.